Desde la Corporación Serraniagua con el liderazgo del colectivo Red de Mujeres Campesinas de la Serranía, hemos realizado juntazas y espacios para compartir e intercambiar conocimientos, con el nombre: «Mi cuerpo, mi territorio» como un hilo común entre el bienestar personal y la sostenibilidad planetaria, un significado que trasciende la esfera individual para tejer una conexión profunda y a menudo ignorada con la conservación ambiental. Para las mujeres, la salud del planeta no es una cuestión distante, sino un reflejo directo de nuestro propio bienestar físico, mental y reproductivo. Entender esta relación es fundamental para abordar de manera integral los desafíos que enfrentamos.
La industrialización desmedida y los patrones de consumo actuales han inundado nuestro entorno con contaminantes que no solo degradan los ecosistemas, sino que también se infiltran en nuestros cuerpos. Las mujeres somos particularmente vulnerables a esta exposición debido a factores biológicos y sociales.
Cuando hablamos de «Mi cuerpo, mi territorio«, reconocemos que cada químico que liberamos al ambiente eventualmente encuentra su camino de regreso a nosotras. Los agrotóxicos, los metales pesados y los microplásticos que nos ivaden, no solo envenenan la tierra y el agua, sino que se acumulan en nuestros tejidos, impactando directamente nuestra salud.
La conexión entre la salud femenina y la conservación ambiental se hace evidente al observar cómo la degradación de los ecosistemas afecta desproporcionadamente a las mujeres, especialmente en comunidades rurales e indígenas. La pérdida de biodiversidad, el cambio climático y la pérdida de conocimientos ancestrales sobre plantas medicinales y prácticas sostenibles, a menudo transmitidos por mujeres, debilita la resiliencia comunitaria y la capacidad de autogestión de la salud.
La cosmovisión de la Pachamama, que resuena con el concepto de «Mi cuerpo, Mi territorio», nos invita a entender que el cuidado del medio ambiente no es una opción, sino una necesidad intrínseca para nuestra propia supervivencia y florecimiento.
Armonizando nuestro cuerpo con la madre naturaleza
Mi cuerpo mi territorio: salud femenina y conservación ambiental
Con el fin de emprender acciones para dejar de contaminar nuestro planeta y hacernos más conscientes en nuestro día a día, surge una de las iniciativas de la Red de Mujeres que busca generar espacios pedagógicos con un kit de gestión menstrual y una biblioteca femenina para adoptar prácticas, productos y hábitos que permitan a las mujeres cuidar de su salud de manera responsable, reduciendo al mínimo los efectos negativos sobre el medio ambiente.
Con el colectivo, participamos en ferias, festivales y eventos por nuestro KBA Serranía de los Paraguas, compartiendo e intercambiando conocimiento para que las mujeres indaguen sobre la salud y el bienestar en temas como el ciclo menstrual, la menopausia y la maternidad, fomentando así, el autocuidado.
Además, se fortalecerán bioemprendimientos basados en plantas aromáticas, impulsando la producción de productos como infusiones, pomadas, desodorantes y otros productos naturales, con un proceso que va desde la huerta hasta el transformado, promoviendo la sostenibilidad y la conservación de las plantas aromáticas, generando una cultura de respeto por el medio ambiente. Mientras se impulsa la economía local, se contribuye al fortalecimiento de los emprendimientos de los nodos rurales femeninos que se ubican en diferentes veredas de la Serranía.
Así mismo, seguiremos fortaleciendo el proceso “Mi huerta, Mi botiquín” cultivando bienestar desde el hogar, un espacio donde las huertas de las familias campesinas florecen como despensas vivas, nutriendo cuerpos y sueños con la magia de las plantas medicinales, sembrando bienestar y cosechando oportunidades desde la agroecología y la salud de los suelos.
Finalmente, desde las diferentes actividades que lidera el colectivo, se promueve la soberanía alimentaria, priorizando la producción local, sostenible y culturalmente apropiada, eligiendo alimentos que no solo nutren nuestro cuerpo, sino que también respetan el medio ambiente y las tradiciones locales, pues la comida sana es el pilar fundamental de una buena salud.
«Mi cuerpo, mi territorio». Nos impulsa a reconocer que nuestra salud y el destino del planeta están intrínsecamente entrelazados. Al cuidar la Tierra, nos cuidamos a nosotras mismas. Al sanar nuestro cuerpo, contribuimos a sanar el planeta. Es un ciclo virtuoso que nos llama a la acción, a asumir nuestra responsabilidad y a construir un futuro donde la vida, en todas sus formas, pueda prosperar.

FONDO DE ASOCIACIÓN PARA ECOSISTEMAS CRÍTICOS (CEPF) / ANDES TROPICALES
Critical Ecosystem Partnership Fund (CEPF) / Tropical Andes
El Fondo de Alianzas para los Ecosistemas Críticos es una iniciativa conjunta de La Agencia francesa de Desarrollo, la Conservación Internacional, la Unión Europea, la Fundación Hans Wilsdorf, el Fondo para el Medio Ambiente Mundial, el Gobierno de Japón y el Banco Mundial. El programa del CEPF en los Andes Tropicales está financiado por el Gobierno de Canadá a través de Asuntos Globales Canadá. La meta fundamental es asegurar que la sociedad civil se dedique a conservar la diversidad biológica”.
